NORMA
EN 374-5:2016
Norma europea para guantes de protección contra las bacterias, los hongos y los virus
La norma EN 374-5 establece los niveles de rendimiento, las condiciones para las pruebas y los criterios de clasificación de los guantes diseñados para proteger contra los microorganismos, a saber, las bacterias, los hongos y los virus.
La protección de la norma EN 374-5 se divide en dos categorías: protección contra las bacterias y los hongos, y protección contra las bacterias, los hongos y los virus. Gracias a esta norma, se puede declarar que un guante protege contra los microorganismos aunque no se haya evaluado su protección contra los productos químicos según la norma EN 374-1:2016.
Penetración
Todos los guantes que declaren ofrecer una protección contra los microorganismos deben superar las pruebas de resistencia a la penetración de aire y de agua y ser inspeccionados de conformidad con la norma EN 374-2:2013. La penetración es el movimiento de un producto químico y/o microorganismo a través de materiales porosos, costuras, agujeros o cualquier otro tipo de imperfecciones de los materiales de un guante de protección a nivel no molecular. Las pruebas miden el tiempo que tarda un producto químico en atravesar el material y entrar en contacto con la piel. Para superar las pruebas no se puede producir ninguna fuga de aire o de agua.
Protección contra las bacterias y los hongos
Los guantes que declaren ofrecer una protección contra las bacterias y los hongos deben llevar las siguientes advertencias:
• La resistencia a la penetración ha sido evaluada bajo las condiciones de laboratorio y se refiere únicamente a las muestras ensayadas.
• No probado contra virus.
Protección contra las bacterias, los hongos y los virus
Los guantes que declaren ofrecer una protección contra las bacterias, los hongos y los virus deben llevar la siguiente advertencia:
• La resistencia a la penetración ha sido evaluada bajo las condiciones de laboratorio y se refiere únicamente a las muestras ensayadas.
Para ofrecer una protección frente a las bacterias, los hongos y los virus, los guantes deben ser sometidos a las pruebas de la norma ISO 16604:2004 (Procedimiento B) de protección frente al contacto con sangre y fluidos corporales. Utilizando un bacteriófago, en esta prueba de penetración de patógenos transmitidos por sangre, se expone el guante a un caldo nutritivo que contiene un virus durante una secuencia de tiempo específica y bajo una presión determinada. Para superar la prueba no debe detectarse ninguna penetración viral. Para los guantes de más de 400 mm de longitud, y si se afirma que el puño protege contra los microorganismos, se tomará una muestra de ensayo adicional de la zona del puño para someterla a las pruebas de la norma ISO 16604:2004.
Las pruebas son verificadas por un laboratorio acreditado independiente.
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